Cuento: "El niño que lo sabía todo"

Recuerdo esa tarde, se encontraba lloviendo; pero eso no evitaría que naciera otro niño, “¡Más gente a la tierra, ya no por favor!” exclamaban algunas personas, este niño tenía algo único y especial: Lo sabía todo.

“¡Empuje señora!”, gritaba la enfermera, la señora obediente acepto, su madre estaba orgullosa de tener otro hijo, su padre feliz de que fuera varón.
Esto da otra pequeña historia, "¡El primogénito no debe ser nena!" decía el padre con firmeza, solo imaginen al único varón en una casa con 6 hermanas.

Este niño vio a la partera y en su pensamiento notó que era una buena mujer, se notaba en su rostro carente de arrugas por enojarse, y por el hecho de ser partera. Este niño al nacer nunca estuvo tan cerca de la vida o la muerte, "¡Que curioso, por nacer casi me mato!", meditó por un momento, ¿Podía ser su vida mala?, ¡Claro que no!, y se dio cuenta de que cada respiración que daba, era igual a obtener oxigeno, así descubrió de que es estaba compuesto su cuerpo, este niño tenia en su mente los pensamientos filosóficos más profundos que cualquier otro griego, y tenia en su mente la velocidad exacta de la luz, claro que los calculaba en dedos por segundo, descubrió como superarla, y también sabía cuantos mundos paralelos existen, sabía que existe Dios, y se preguntaba por que no lo llaman todos, sabía que el haber nacido no era simple coincidencia una razón especial debía tener, es decir todos la tienen, y todo esto lo meditaba en su corazón de 2 horas de recién nacido. Este niño tenía el conocimiento de la humanidad concentrado en un cerebro mucha más joven que el de Mozart.

Este niño creció, a los dos años sus padres recibieron la noticia que  les cambiaría la vida para siempre, el doctor les dijo: “Su hijo tiene el cerebro mal”. ¿Cómo iría a tener problemas en su cerebro el ser humano más inteligente del mundo? Amigo lector, la razón es muy sencilla, era tan sabio e inteligente que no se le podía atribuir a un niño, el niño comprendió todo, camino pensando en que hacer, sus padres lo llevaron en el auto, ellos iban en un perfecto silencio sepulcral, se preguntaban ¿Como va a jugar y a crecer como un niño normal?

Este niño se dio cuenta de que lo único que los salvaría de ser así de perjudicado, era dejando de ser inteligente, pero: ¡Era el ser humano más inteligente del mundo!, si morir era una idea mejor, tal ves no debió nacer, este niño entonces tomo una dura decisión, por fin hablar, lo intentó y al abrir la boca solo se oyeron palabras balbuceadas, siguió intentando hasta que dijo: “¡Mamá!”, este niño se dio cuenta de que esa palabra la iría a repetir mucho por el resto de su vida, era en ese momento su Sol y su divino rostro, claro que es el que más amaba, solo podía decir mamá por que no sabia a quien más acudir, sus padres asombrados voltearon la cabeza,  su madre dijo: "El doctor debe estar mal, este niño ha dicho mamá!"; Entonces decidieron regresar al hospital, en ese viaje nuestro niño tomo una mala decisión: Decidió dejar de ser inteligente o por lo menos guardárselo para si mismo.

Este niño dejo de pensar en filosofías y ciencias, se sintió mal por dejar a un lado todo lo que había descubierto, sus curas para el mal del mundo eran perfectas, pero nadie les haría caso por ser de un niño, y entonces dejo de pensar; luego empezó a sentir la gloria incalculable y fulminante de ser solo un niño, “¿Problema mental?, nada de eso, seguro fue un error, su hijo es increíblemente inteligente” empezaron a decir los doctores. Este niño creció hasta convertirse en un adulto, ya no recordaba nada de su vida cuando era el ser más inteligente, pero siempre tuvo en cuenta algo: "El mundo solo se arregla si cada uno de sus habitantes cambia he intenta mejorar lo bueno y cambiarlo lo malo, por que un cambio enorme solo es producto de varios pequeños cambios". Y siempre recordó eso y ahora ayuda a niños con “Problemas mentales”.

Y esta es la historia del niño mas inteligente, pero ¿Por qué ser normal?, por que el sabía que decir nada era mejor, por que la sociedad no lo iría a aceptar. Debemos aprender a aceptar que todos son inteligentes y piensan de diferente manera, y que nadie es normal, y mucho menos que ser normal es ser mediocre.